12 de junio de 2025

La delincuencia también afecta el trabajo de campo de las encuestadoras

Que la inseguridad es, para la opinión púbica, el principal problema del país es algo que las empresas que efectúan sondeos saben por ciencia y por experiencia. No solo lo registran en sus estudios estadísticos, sino que también lo viven. Esto las ha obligado a replantear su trabajo de campo para recabar información sobre la intención de voto en los comicios anticipados del próximo 20 de agosto, con el fin de proteger la integridad de sus empleados y sus equipos tecnológicos, tratando de que sus resultados no se afecten, según coinciden encuestadores consultados por este Diario.

Así, por ejemplo, el fin de semana del 22 y 23 de julio pasado, Click Report tenía previsto hacer sus recorridos para recoger información de la encuesta ofrecida a sus clientes y medios de comunicación para finales de ese mes. Todo el personal estaba ya distribuido en varias provincias del país, pero la ola de incidentes violentos que se vivió en Esmeraldas, Guayaquil y Manta en esos días obligó a los directivos a regresarlos a sus casas.

“Imagínese, en Esmeraldas empezaron a explotar carros; en Guayas hubo masacres en las cárceles; en Durán, balaceras; en Cuenca, asaltos; en Manta mataron al alcalde, Agustín Intriago; y se declaró estado de excepción en esos lugares… El miedo contagió a la gente que trabajaba en mi equipo. El coordinador enviaba por WhatsApp fotos de los muertos, de los autos incendiados. Entonces, yo paré el trabajo. Y luego los chicos veían lo que estaba pasando en las redes sociales y decían: ‘De lo que nos salvamos’; estaban conscientes de que, si hubiésemos seguido, les pudo pasar algo malo”, relata su director, Francis Romero, quien agrega que por esta situación tuvo que aplazar la investigación, que retomó recién dos semanas después.

Meses atrás, cuando la empresa levantaba información para los sondeos de las elecciones seccionales en Durán, uno de sus coordinadores fue asaltado, le rompieron la cabeza con la empuñadura de una pistola y tuvieron que llevarlo al hospital. “Gracias a Dios, no hemos vivido esto cada vez que salimos al campo; pero sí una vez cada dos o tres meses tenemos asaltos”, expresa.

No es el caso de la empresa Clima Social, cuyo director, Santiago Pérez, menciona que desde hace unos cuatro años en cada operativo que realizan en territorio ocurre alguna “novedad” con su equipo, entendiéndose esta como robo, asalto, intimidación o hecho de violencia.

Pérez advierte que el problema de la inseguridad no es un fenómeno reciente, pero que hoy en día se registra una mayor percepción de aquella en sus sondeos de opinión, en comparación con la de hace unos diez años. “Antes, los principales problemas eran la situación económica, el desempleo, el alto costo de la vida, la corrupción. La inseguridad estaba mucho más abajo. Ese cambio en el estado de la opinión pública tiene dos factores: yo o mi familia hemos sido víctimas de la delincuencia en los últimos meses, y veo en las noticias y las redes los eventos espeluznantes que tienen un gran impacto”, reflexiona.

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